Iluminar un hotel para sentirse como en casa

El hotel ha pasado de ser un mero lugar de paso a convertirse en una prolongación más de nuestro hogar, con la singular ventaja de disponer sin esfuerzo de todos los servicios y comodidades. Hoy el concepto de lujo no se relaciona con los acabados o materiales de un espacio sino con el grado o nivel de confort que facilita nuestra estancia. Para ello hemos de lograr un entorno cálido y sosegado que nos haga recordar la inigualable sensación de llegar a casa. Una atmósfera amable donde la luz será el material invisible que construya tal escenografía. A continuación os contamos cómo iluminar las áreas más representativas:

Vestíbulo de entrada y recepción

Hemos de tener en cuenta que el vestíbulo de entrada de un hotel será su carta de presentación. Por norma general los huéspedes suelen sentirse algo cansados debido al trayecto y carga de equipaje. Por esta razón debemos crear un primer ambiente de bienvenida que resulte tremendamente acogedor con el objetivo de hacerlos sentir como en casa. Además de una luz perfectamente focalizada sobre el mostrador de recepción, el uso de iluminación cálida e indirecta acompañada de luminarias decorativas será una solución acertada.

Zonas comunes

Con el fin de dar continuidad a esta agradable bienvenida, las zonas comunes y de descanso de un hotel han de transmitir un ambiente relajado y distendido. Tomar un café, leer el periódico o charlar de negocios suelen ser las actividades más comunes en este tipo de espacios. Para logar rincones de intimidad podemos proyectar una iluminación general difusa de baja iluminancia añadiendo luminarias puntuales sobre cada una de las mesas.

Espacios de transición

La transición entre los distintos áreas de un hotel puede ser un factor diferencial. En este caso debemos mantener la temperatura de color entre estancias colindantes para mantener un mismo discurso lumínico. Además, podemos programar e incluir sensores de presencia que aumenten y disminuyan la intensidad de la luz en base a la ocupación. Esto supondrá gran ahorro energético y conseguiremos añadir dinamismo y cierta teatralidad.

Núcleos de comunicación

Aunque parezca anecdótico, los ascensores suelen ser el caballo de batalla para muchos diseñadores. En ellos solemos hacer una última revisión de nuestro aspecto por lo que, al igual que ocurre con los vestidores de una tienda, debemos aplicar una iluminación general superior difusa e incorporar una luz frontal en los contornos del espejo. De esta forma eliminaremos las sombras verticales y horizontales de nuestro cuerpo y rostro. Para las escaleras verticales de comunicación podemos utilizar apliques de pared empotrables que nos marquen e iluminen de forma segura nuestro camino.

Habitación

Una habitación confortable no se reduce a la comodidad de su mobiliario. Materiales, colores, texturas y un adecuado tratamiento lumínico serán las claves para alcanzar el máximo nivel de confort.  Debemos evitar luces directas en la zona de descanso apostando por una iluminación indirecta y funcional en cabeceros. La temperatura de color del baño puede oscilar entre los 3000 y 4000 grados kelvin, no siendo recomendable el uso de temperaturas excesivamente cálidas o frías. Al igual que sucede en los ascensores evitar sombras en nuestro rostro será un aspecto primordial, para ello podemos añadir una luz frontal de espejo acompañada de iluminación general. Por último y para mejorar exponencialmente la experiencia de nuestra estancia, recomendamos la instalación de un sencillo e intuitivo sistema de control de escenas.

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